Detalles.- Dmitry Itskov pretende alcanzar algo muy parecido a la inmortalidad en el año 2045.
¿Quién es este señor? ¿Algún científico supergenial? No. Un millonario ruso.
Lo mejor de todo es Itskov no anda tan perdido.
Hace seis años Dmitry Itskov (entonces con 32 años) decidió que con el dinero que tenía en ese momento (había hecho una fortuna en internet) iba a invertir en alargar sus días sobre la Tierra.
No lo haría pensando en alguna cifra en especial, solamente en que las constantes de su cuerpo jamás se detuvieran.
Pensó en la inmortalidad. Pensó en el proyecto Avatar.
Para el proyecto Avatar están previstas cuatro fases, que describen bastante bien en qué consiste:
Avatar A, entre 2015 y 2020
A ella se llegará cuando podamos controlar un androide a distancia con nuestro pensamiento.
Avatar B, 2020-2025
Consistente en el trasplante de la masa gris de una persona fallecida a un robot.
Avatar C, 2030-2035
Que permitirá crear un androide con un cerebro artificial donde se volcará la conciencia individual, con todos sus recuerdos y conocimientos.
Avatar D, 2040-2045
Momento en que la mente del ser humano será transferida a un avatar holográfico basado en simple energía, libre de ataduras físicas.
El ruso dice que su intención es construir una sociedad donde las personas sean capaces de vivir en la abundancia y durante mucho tiempo, no solo en nuestro planeta natal.
Aunque ya somos técnicamente capaces de enviar colonos a la Luna y Marte, con nuestra dotación biológica no sobreviviríamos allí por mucho tiempo. Los cuerpos artificiales, sin embargo, permitirían convertirnos en futurnautas, los primeros pobladores, los conquistadores del universo.
¿Cómo piensa alcanzarlo?
Para alcanzar inmortalidad cibernética Itskov en parte está invirtiendo su propio dinero y obteniendo capital externo. También está creando apoyo entre entidades que van desde grandes universidades hasta muchas de las corporaciones más poderosas (incluso el apoyo popular de figuras “relevantes” como el Dalai Lama).
Incluso si Itskov no alcanza su objetivo final de la extensión radical de la vida a través de sus avatares, la cantidad de atención que ha estado atrayendo estos años y el dinero que se está invirtiendo en la investigación neurotech probablemente den algún fruto en forma de descubrimiento o avance científico.
Pero Itskov no es el único involucrado
Uno de los grandes cerebros que apoyan es el propio Ray Kurzweil, el famoso científico e inventor que popularizó el concepto de la singularidad. Además, Kurzweil, junto con el profesor de ciencias de la computación de la Universidad de Stanford, Andrew Ng, trabaja con Google para desarrollar un sistema de inteligencia artificial, Google Brain.
¿Cómo ves esta iniciativa? ¿Te parece viable? ¿O ya será demasiado? Nosotros creemos que estamos viviendo una etapa muy convulsa y que por tanto, cualquier cosa es posible. Ojalá sepamos aprovechar tantos avances como humanidad.