La independencia en Estados Unidos celebra este día, 4 de julio, su 240.º aniversario de separarse del Imperio Británico, con una fiesta total en la que los colores nacionales inundan cada uno de los estados. Y los latinos radicados allí no se quedan atrás.
Detalles.- Ya sean ciudadanos o indocumentados, es imposible mantenerse al margen de una celebración tan arraigada.
Pero hay que tener en cuenta que en los distintos Estados del tradiciones varían, así que los latinoamericanos acostumbran sumarse a las distintas celebraciones, añadiendo siempre el toque hispano a todo.
En Texas, por ejemplo, se acostumbra una jornada de rodeo; en California son habituales las escapadas a las hermosas playas, un buen picnic o barbacoa a base de hamburguesas, costillares o hot dogs; mientras los festivales de jazz invaden Kentucky y la declaración de Independencia es leída, en directo, en el ayuntamiento de Boston; en la Florida las visitas a la playa, hacer barbacoas y luego apostarse a ver el espectáculo de los fuegos artificiales.
Para algunos hermanos latinos esta festividad es la oportunidad es ideal para integrarse y honrar a la nación que los acoge; para otros es un emotividad.
El temor siempre presente
Pero no se puede hablar solo de felicidad. El miedo de una posible deportación se mezcla con las crecientes preocupaciones políticas. Las elecciones presidenciales que se encuentran a la vuelta, y el temor a la eventual victoria del candidato republicano Donald Trump, persisten aún en medio de esta gran fiesta cívica.
“Aunque no nos quieran aquí, nosotros como indocumentados sí queremos este país y somos leales a él. Mi esposo, mis hijas y yo siempre celebramos el 4 de julio, porque somos parte de este país”, aseguró la mexicana de 47 años Marú Galván a la Agencia Efe.
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