Esto no es una radiografía exacta de la población de centroamericanos, pero sí un intento de ver qué rostro proyectamos como centroamericanos.
Detalles.- Esa semana inician los festejos de la independencia de 5 países centroamericanos: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. En este contexto nos pusimos a pensar en lo que nos unifica en la región, además de ese pedazo de tierra que tanto cuesta habitar.
Por supuesto, esto no es una radiografía exacta de la población que tuvo la suerte de nacer acá, pero sí un intento de ver qué rostro proyectamos como centroamericanos.
Esto no busca ser una ofensa: es un ejercicio para tratar de comprender el día a día de cada país centroamericano, un intento de reflexión en el que podemos guardarnos los orgullos y tomar como punto de partida para cambios significativos a nivel personal y como sociedades.
Sin más preámbulos.
Guatemala
En este país, que fue la Capitanía General de la Colonia, encontramos aún sesgos profundos de clasismo y racismo. A estas alturas se encuentran marcadísimas las diferencias de clases, no solo de arriba hacia abajo, sino en dirección inversa. Siempre nos ha parecido inquietante la forma de resistencia que tienen los pueblos originarios de este país, siendo profundamente necios y callados. En su ambiente, la oligarquía guatemalteca tiene muy claro el lugar del universo que le pertenece a cada persona a su alrededor. Por supuesto, un buen oligarca guatemalteco cree que está en el lugar supremo.
En los últimos años se ha visto algo positivo: en cierto sector de esta sociedad, la migración de las clases a través de la obtención de títulos universitarios ha dado como resultado una nueva “clase” social.
Honduras
Si viaja a este país y sale a buscar desayuno, le recomendamos que no lo haga antes de las 9 a. m., porque no encontrará ningún negocio (humilde o multinacional) abierto. Durante años hemos escuchado (en tono de queja), por parte del resto de la población centroamericana, que los hondureños en general son muy haraganes. Los acusan de ser especialistas en “evitar la fatiga” y que precisamente esa actitud de dejadez es la que no permite el desarrollo económico y social del país. Por supuesto que esto es muy simplista, pero ¿qué le vamos a hacer?
De hecho, hay que ver que hasta hace poco eran contadas las empresas multinacionales que habían hecho inversiones fuertes en el país. Es más, hasta hace muy poco se dio el repunte de empresas nacionales que lograran posicionar sus productos en otros países, como el caso de Industrias Sula.
El Salvador
Nada como los salvadoreños para la muestra poblacional más violenta del mundo. Incluso el poeta salvadoreño Roque Dalton los calificó como “los primeros en sacar el cuchillo”, una actitud que da fe de la poca paciencia del salvadoreño promedio, y que todo se resuelve a punta de cuchillo o pistola.
¿Cuándo inició esto? Nadie lo ha descubierto a ciencia cierta, pero está demostrado que un dictador, en un arrebato, fue capaz de eliminar a la población originaria en apenas dos meses, dejando un saldo que se calcula mayor de 25,000 hombres y mujeres indígenas.
Esta herencia sanguinaria pasó de generación en generación, pasando por sucesos como la guerra civil, donde hubo más de 12,000 asesinados e innumerables desaparecidos, hasta llegar a nuestros días, en los que dos pandillas se disputan el territorio, y en esa guerra sin cuartel se asesina y desaparece a “civiles” y miembros de ambas pandillas.
Nicaragua
Nada como la tierra de la caña de azúcar y el ron, para que los habitantes hagan de su pasatiempo favorito la borrachera. No es queja (es una especie de admiración mezclada con envidia, más bien). Los nicas son tan llevaderos y animosos que nos alegran la vida en buena onda, pero nos queda la pregunta si esta actitud (y vicio) no los hace personas sumamente dispersas.
De hecho, hace poco una investigación arrojaba que la región consume más alcohol destilado que cerveza, y eso se debe en gran medida gracias a los nicaragüenses. Salud por ustedes.
Costa Rica
Para cerrar este recuento de actitudes negativas en la región, tenemos a los que se creen suizos habiendo nacido en el tercer mundo. Los ticos son creídos, engreídos, agrandados. Se consideran a sí mismos semidioses y el resto de centroamericanos (lo admitimos) les tenemos cierta envidia. Reconozcámoslo: los ticos han hecho cosas grandes en esta región, pero ¿será suficiente para llenarse de tanto ego?
¿Qué otras actitudes negativas le atribuirías a los centroamericanos?