De esta manera, a Ricardo le toca defender a Gustavo Cerati y a mí me toca defender a Enrique Bunbury, ambos en sus etapas de solistas.
Música.- Siempre he pensado que el 11 de agosto algo sucede: algo extraordinario. Todas las personas que nacen este día son exquisitamente interesantes. Para una muestra, estos dos grandes de la música que ahora se ven enfrentados en este humilde versus.
La idea nació conversando con Ricardo Corea sobre los cumpleaños de estos dos compositores. En los noventa ambos encontraron el éxito con sus respectivas bandas, Héroes del Silencio y Soda Stereo. Por supuesto, Soda ya tenía su rato de estar dando batallas en los escenarios cuando los Héroes llegaron al ámbito musical. Son dos años de diferencia, pero dos años son dos años.
De esta manera, a Ricardo le toca defender a Cerati y a mí me toca defender a Bunbury, ambos en sus etapas de solistas, coincidentes en los últimos años de los noventa y al inicio de este siglo.
Gustavo Cerati
A Cerati nadie me lo presentó: lo tuve que encontrar por las malas. Lo hallé tarde. Calculo que fue a finales de 2009, acababa de sacar su Fuerza Natural y ese disco se volvió mi pan de cada día por varios meses. Luego supe que era el mismo Cerati que cantaba De música ligera y comencé a peregrinar por su banda original. Así que sí, como a casi toda la música que hoy conforman mi canon, llegué a Cerati al revés: por el solista entré a Soda y por lo que terminó siendo su último disco conocí todo lo demás.
Cuando Gustavo sufrió en Venezuela un isquemia cerebral y luego un ACV, yo ya conocía buena parte de su trayectoria musical. Cuando Cerati murió el 4 de septiembre de 2014, yo lo lloré sinceramente.
Sacar cinco canciones de Gus es complicado. Esta selección se queda cortísima. He tratado de que mi criterio principal sean las letras, pero a veces el fanatismo nos juega sucio. De todas formas, aquí va:
1. Primer disco de solista de Cerati. Era 1993. Cuatro años después se disolvería Soda Stereo, pero mientras tanto Gus ya buscaba procesar sus propios sonidos. El primer disco como solista siempre es, imagino, una carta de presentación que te puede levantar mucho o tirar al infierno. ¿Adivinen a quién se le ocurrió hacerle un homenaje a su maestro, el Flaco Spinetta? Sí, esta canción no es de Cerati, pero cuenta porque nadie me lo prohíbe:
2. Otra canción de este primer disco (Amor amarillo) que creo que pasó desapercibida y que, sin embargo, me parece una especie de profecía de lo que la música de Cerati se convertiría con el paso del tiempo. “En viaje hacia la redención, la luz no deja de pulsar, y si la confusión es una predilección humana, todo puedo perdonar”:
3. Nunca he estudiado la obra de Cerati. Aunque me pagaran no lo haría, porque yo la música no la tengo por objeto de estudio, sino como simple, banal y exclusivo deleite. Pero apostaría un par de dólares a que los personajes que más y mejor pueblan las canciones de Cerati son los pájaros, los árboles y la Tierra. No por gusto su último disco fue un tributo a la fuerza natural. Esta canción es uno de sus primeros tributos hacia esa naturaleza que tanto le fascinó:
4. “Divina obscenidad”, canta Cerati en una de sus canciones más eróticas de todos los tiempos. Mi fanatismo me traiciona y diría que, incluso, se trata de unas de las canciones más sensuales de nuestro idioma. Dije que me iba a basar en las letras, pero el acompañamiento musical de esta pieza es, perdonen la hipérbole, perfecta.
https://www.youtube.com/watch?v=Ya9CiAaIeqc
5. Ya conté que Fuerza Natural fue una pequeña obsesión de algunos meses. Parte de la culpa la tuvo esta canción. La primera vez que escuché el disco pensé que después del séptimo “track” (Rapto) no habría nada que pudiera embelesarme más, y justo en eso llegó la octava canción:
6. BONUS TRACK: El 22 de noviembre de 2001, Gustavo Adrián Cerati lanzó al mundo un concierto en vivo llamado 11 episodios sinfónicos. Para esa producción escogió esta canción de Soda Stereo, específicamente del Doble vida. Cerati, en aquellos años de Soda, se sumergió en la intertextualidad escribiendo una canción basándose en uno de los mejores cuentos del mítico Allan Poe. Un hermosura de composición, por donde se lo vea:
https://www.youtube.com/watch?v=bM03KTDSf9c
Enrique Bunbury
Primero, decir que Enrique nació en 1967 y hoy llega a los 50 años. Desde mi adolescencia se convirtió en ícono que acompañaba mis noches de insomnio, borracheras y literatura. Conjugó, desde que era vocalista de los Héroes del Silencio, toda la figura del rockero (a veces exageradamente parecido a Jim Morrison), que gusta de la cultura, de la exquisitez del teatro, las líricas profundas y complejas con influencia de los grandes filósofos como Nietzsche, y debo admitir que conocí a William Blake gracias a sus canciones, donde es mencionado en más de una ocasión.
En su natal España nació con el nombre de Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy, pero tomó el apellido Bunbury de un personaje de una obra de Oscar Wilde, La importancia de llamarse Ernesto.
Durante los últimos 20 años se ha dedicado a ser solista con una amplia producción, variopinta e innovadora.
1. Inicio con Lady Blue, canción que aparece en su álbum Flamingos, lanzado en 2002. Yo pateaba por primera vez la universidad y el cambio que daba Bunbury a su música y a su estilo estético me tenían sorprendida. Se lo perdoné pronto, porque algo estaba claro: las letras seguían siendo fieles a su estilo.
2. Alicia (Expulsada al País de las Maravillas), del álbum Radical Sonora, fue el track que salió a la luz para confirmar que ahora lo de Enrique iba a ser la combinación entre sonidos arabescos y el tecno-rock, aunque en su estética seguía el sesgo trágico y oscuro, propio de los mitos griegos y la literatura de Carroll. En esta canción describe a la mujer que se estaba gestando para dar paso al nuevo siglo: una mujer fugaz, que admite que, como cualquier hombre, tiene miedo a los compromisos y que la vida se le va en ver pasar las estrellas para tejer historias: y como es lógico, por esas razones, es tomada como una rareza.
3. El viento a favor es la canción que recuerdo de su segunda producción en solitario, titulada Pequeño. En esta canción se nota esa mirada hacia atrás, no para apta para arrepentimientos, sino más bien para hacer una reflexión honesta del camino recorrido y para tomar aire. A mí me llegó en un tiempo convulso, cuando tenía que definir muchas cosas en mi día a día, por supuesto… nada salió como calculé y cada vez que tengo que hacer un viraje del timón, retomo esa humilde canción y pienso: “Solo puede ir mejor”.
4. En 2008, Enrique lanzó su producción Hellville de Luxe, un álbum que seguía siendo parte de sus mutaciones. En él venía la preciosa Porque las cosas cambian. Desde hace unos años es parte del soundtrack de la amistad que tengo con Emilia, mi mejor amiga. Posiblemente no solo a Bunbury, sino a la generación X en general, nos ha dado por la evaluación del tiempo vivido, y esta canción reivindica las relaciones especiales y duraderas, esas que cambian, que se fortalecen y se vuelven eternas.
5. Al finalizar 2011, empezó la campaña de expectativa para el lanzamiento del álbum Licenciado Cantinas. Lo que me gustó de esta producción es que mezcló tantas cosas en un solo producto: se realizó una pequeña película titulada, por supuesto, Licenciado Cantinas: The Movie, que se retoma en las producciones de videos individuales de los sencillos. El más impactante es Ódiame, canción propia para las ocasiones etílicas. En el video se ve la catastrófica y apocalíptica boda en el día del fin del mundo, según los mayas: 12 de diciembre de 2012. Para mí es una producción extraordinaria, porque además da homenaje a grandes de la música latinoamericana como Agustín Lara y Atahualpa Yupanqui.
6. BONUS TRACK: No puedo despedirme de este versus/homenaje sin mencionar esta canción: un hermoso bolero que formó parte del soundtrack de la película Cantiflas. Tanto el film como la canción Vete de mí nos recuerda que la vida es un equilibrio entre la comedia, la alegría y los momentos tristes y melancólicos. Y por supuesto, descubrir la voz de Bunbury en medio de uno de los momentos más tristes de la vida de Mario Moreno fue un golpe y me sacó más de una lágrima.
¿Con quién de los dos te quedas tú?
VoxBox.-