La política es sucia y a veces demasiado bizarra, pero en 2016 la Asamblea Nacional de Nicaragua decidió llevarlo todo a un nuevo nivel.
Detalles.- La política es sucia y a veces demasiado bizarra, pero en 2016 la Asamblea Nacional de Nicaragua decidió llevarlo todo a un nuevo nivel: mantuvo como presidente de ese órgano al sandinista René Núñez Téllez… ¡Pese a que había fallecido!
En aquel entonces, el jefe de la bancada del Frente Sandinista de Liberación Nacional Edwin Castro anunció que el fallecido Núñez Téllez se mantendría como titular del Legislativo nicaragüense, hasta el 10 de enero de 2017.
Castro explicó que la decisión es un reconocimiento a la labor de Núñez al frente de la Asamblea, en la que promovió el diálogo, el consenso y la modernización.
Núñez Téllez, de 69 años y candidato a reelegirse como diputado en los comicios de noviembre, estaba desde enero internado en un hospital de Costa Rica por una afección pulmonar, que le provocó una crisis de salud y que lo llevó a la muerte el 10 de setiembre.
Para algunos diputados de la Asamblea Nacional de Nicaragua, el anuncio de Núñez Téllez se trata de un merecido homenaje. Para otros es simplemente el último —y más extremo— ejemplo del aferramiento a sus cargos de los políticos nicaragüenses.
En Nicaragua, la reelección indefinida fue prohibida en 1990, pero restaurada en 2014 por el parlamento presidido por, precisamente, Núñez Téllez.
Por supuesto que las críticas no se hicieron esperar.
“Surrealismo orteguista: muere el presidente de la Asamblea René Núñez, pero en vez de elegir un sucesor Ortega deja al fallecido en el cargo”, escribió el periodista Carlos Fernando Chamorro, hijo de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro.
Como decíamos, la política es sucia y a veces bizarra, pero este país del centro de América llegó a un nivel solo comparable con hablar con pajaritos…
VoxBox.-