El artículo de esta semana está dedicado a la señora Lilian Tintori Parra, quien visitaba Ecuador en horas de la madrugada del 15 de marzo del 2017, cuando autoridades de migración impidieron el ingreso de la venezolana dicho país.

Opinión.- El artículo de esta semana está dedicado a la señora Lilian Tintori Parra, quien visitaba Ecuador en horas de la madrugada del 15 de marzo del 2017, cuando autoridades de migración, sin una orden judicial ni un proceso administrativo legalmente instaurado, impidieron el ingreso de la venezolana al Ecuador.

No era de extrañarse semejante actitud en un “Estado de Derecho” como el nuestro, donde reina la paz, la armonía y sobre todo “la democracia”…

Saltaron desde luego los defensores de lo indefendible, lanzando artículos sin ton ni son, para justificar la actitud dictatorial y ególatra del oficialismo. ¿En qué podía perjudicarlos la presencia de la ilustre venezolana? Eso habría que preguntarle al personal de migración, o a los iluminados del ministerio que se apresuraron a dar una tibia explicación ante el incendio de las redes sociales con personas a favor y en contra de la medida tomada, o inclusive al propio gobernante que muy suelto de huesos y fiel a su costumbre despotrica en contra de quien no está de acuerdo con sus políticas dictatoriales, y para ello utiliza los espacios públicos con dinero público, desde luego, y que sus adeptos aplaudan extasiados sus demostraciones de poder.

Para impedirle la entrada al país, los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores adujeron que la señora Tintori venía a hacer proselitismo político: tamaña barbaridad, de antemano ya sabían las intenciones “secretas de la señora”. Insisto, el miedo los hace actuar con una estupidez pocas veces vista en la historia.

Graves acusaciones circulan en el país, sobre la presencia de dos extranjeros, periodistas a quienes el oficialismo los tiene de muy buen grado haciendo proselitismo político. Para escudarse en la “presencia legal” de estos personajes, el oficialismo alega que solo es periodismo político: sutil diferencia. Sin embargo, pregunto yo ¿qué hacen aquí sin ser ecuatorianos y encima hablando de nuestra situación política? ¿Acaso eso no es proselitismo? Quizás nos olvidamos que como hablan a favor del oficialismo entonces sus actividades son legales y ampliamente celebradas por el Gobierno. En estos casos poco o nada importa la situación migratoria de estos ciudadanos.

Me importa un rábano de qué nacionalidad sea, no son ecuatorianos, no deben hacer proselitismo, según la lógica del oficialismo, y las leyes impuestas por el mismo. ¿O volvemos a la ley del embudo? Como hablan maravillas del gobierno de pacota que tenemos, entonces no tiene importancia ni la nacionalidad ni el estatus migratorio de los periodistas. De quienes por cierto hasta su ética está en entredicho: uno de ellos fue expulsado de una Universidad en EE.UU. por acoso sexual a una estudiante. ¡Cuánta doble moral, señores!

Pero no pasa nada, compatriotas, si tanto aquí como en Venezuela, ¡vivimos en el paraíso perdido!

Hace pocas semanas las declaraciones del mandatario fueron que Venezuela es un país líder en igualdad (de la pobreza, desde luego, porque ha quedado en ruinas después del nefasto gobierno de la bestia que ocupa la presidencia… qué escalofrío he sentido con esas declaraciones) y sin duda fiel a su tradición, su tan ansiada sabatina dará lugar a más despropósitos y sandeces, como a las que nos tiene acostumbrados desde hace diez años…

“¿Hasta cuándo, Catilina, vas a abusar de nuestra paciencia?”

VoxBox.-

Por Redacción VoxBox

Antisistematizar es una forma de vida, es ir en contra del sistema, rompiendo moldes y atreviéndonos a hablar de temas que nos importan, como la política, la sexualidad, la cultura, la música y todo aquello que nos libera.

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