Cada 2 de diciembre se recuerda el aniversario luctuoso de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el famoso y recordado narcotraficante y líder del cartel de Medellín.

Detalles.- Cada 2 de diciembre se recuerda el aniversario luctuoso de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el famoso y recordado narcotraficante y líder del cartel de Medellín.

El 20 de junio de 1991, el capo se entregó de manera voluntaria a la policía colombiana e ingresó así a la cárcel que él mismo construyó: La Catedral. Pero su detención no duraría mucho, ya que el 21 de julio de 1992 Escobar huyó de ella, manteniéndose escondido y escapando de la policía hasta el día de su muerte.

Vestía una camisa azul, abierta, unos jeans, y estaba descalzo. Cerca había una pistola. Su prominente panza desnuda era lo más visible. Tanto, que le inspiraría al célebre Botero un cuadro no menos célebre: Pablo Escobar muerto. Un día después de haber cumplido 44 años, el 2 de diciembre de 1993, Pablo fue arrinconado por el Bloque de Búsqueda en el techo de una casa aledaña a la que él residía. Tres balazos terminaron con su vida, pero nunca se supo quién lo mató. De acuerdo con el informe forense, tenía un disparo en la pierna derecha, otro en el tórax y uno que le perforó el oído, lanzado desde un fusil R-15.

Respecto a eso, hay varias teorías, pero nunca se ha podido comprobar cuál  ocurrió realmente.

¿Se suicidó con la pistola que él portaba y que fue encontrada a su lado? Esta versión coincide con lo dicho por Juan Pablo Escobar, su hijo, en su libro Pablo Escobar, mi padre, donde no oculta su crueldad ni sus crímenes. El texto dice: “Muchas veces me contó que su pistola tenía quince balas: catorce para sus enemigos… y una para él”.

Muerto y enterrado el Patrón, empieza otra increíble batalla por la gloria: ¿quién lo mató realmente?

Según Richard Aguilar, en su libro El hijo de la guerra, fue su padre.

Según cuenta: “Los policías lo tenían bien ubicado gracias al Anillo de Búsqueda (la red tejida para atraparlo), y lo perdió la llamada telefónica a su hijo: el dato clave para confirmar su paradero”.

Según la autopsia, el todopoderoso jefe del cartel de Medellín recibió tres disparos: uno en la pierna derecha, otro en el tórax y uno que le perforó el oído, lanzado desde un fusil R-15.

Hipótesis: si se suicidó, fue con el disparo en el tórax. Para varios expertos, “una forma muy forzada de matarse, sobre todo en plena huida. Lo más lógico era un balazo en la cabeza”.

Pero el hijo de Escobar Gaviria insiste con esa teoría: “Mi padre siempre nos dijo que el teléfono era sinónimo de muerte, porque permitía el rastreo. Y ese día nos llamó tantas veces… Creo que quería que llegara la policía. También una manera de suicidarse”.

Pero alguien más entra en la pugna: el paramilitar Diego Murillo Bejarano, alias Berna, que cumple condena por narcotráfico en Estados Unidos. En su libro Así matamos al Patrón, el hombre del certero disparo mortal en la cabeza fue su hermano Rodolfo Murillo Semilla, y el arma, un fusil M-16 calibre .5.56.

Si fue así, ¿cómo se explica la versión del coronel Aguilar como el héroe del caso? Berna lo explica así: “La casa ya estaba rodeada, pero el coronel se retrasó por el intenso tránsito, y decidimos actuar. Fue un acto intrépido y arriesgado”.

Pero las versiones, como los perros, se muerden la cola… Trece años después de su muerte, los restos fueron exhumados por pedido de su viuda, María Victoria Henao Vallejo, y su hijo Juan Pablo (Sebastián Marroquín), para tomar una muestra de ADN y confirmar la paternidad de un hijo extramatrimonial.

En ese momento, su sobrino Nicolás Escobar Urquijo tomó la calavera (el cráneo) con sus manos y revisó el evidente agujero de bala en un costado de la cabeza. “No hay duda —dijo—: se suicidó”.

Pero la versión oficial (la voz de la policía) pasará a la historia desestimando cualquier otra, y sin dejar un resquicio: “El coronel Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo disparó el tiro que entró por la espalda y dio en el corazón de Escobar”.

¿Quién mató a Pablo Escobar? Probablemente sea un misterio y lo será siempre.

Pero su tumba tiene un extraño epitafio: “Pablo Emilio Escobar Gaviria – Dic. 1.º 1940 – Dic. 2 – 1993. Cuando veas a un hombre bueno trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo examínate a ti mismo”.

Acaso su último triunfo post mortem fue la pelea sin cuartel de policías, militares, paramilitares y mercenarios, para colgarse del cuello la medalla virtual por haberlo matado.

VoxBox.-

Por Redacción VoxBox

Antisistematizar es una forma de vida, es ir en contra del sistema, rompiendo moldes y atreviéndonos a hablar de temas que nos importan, como la política, la sexualidad, la cultura, la música y todo aquello que nos libera.

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