Trending.- Según cifras de la ONU, una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual, principalmente a manos de un compañero sentimental, según ONU Mujeres. La violencia contra las mujeres es el abuso más generalizado de los derechos humanos y “el feminicidio es su expresión extrema”.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el maltrato a la mujer es el fenómeno social que más vidas de mujeres se cobra por año en todas partes del mundo. Cifras de esa organización indican que en 2013, el 30 % de las mujeres en todo el continente americano ha sufrido violencia física o sexual de su compañero sentimental, y que el 38 % de las mujeres son asesinadas por su pareja o expareja.

Y América Latina es la región donde se presentan más de asesinatos de mujeres por su género: 14 de los 25 países del mundo con las tasas más elevadas de feminicidio están en esta parte del mundo. Alrededor de 60,000 mujeres son asesinadas al año en América Latina, según ONU Mujeres.

En ese contexto, la polémica que gira sobre el cineasta Bertolucci, y una escena de violación que no fue consensuada con la actriz, ha recobrado tanta atención mediática en los últimos días.

La historia comenzó así: en una entrevista en 2013, el director Bernardo Bertolucci reconoció que parte de la escena de una violación en The Last Tango in Paris (1972) no fue consensuada con la actriz Maria Schneider, quien entonces tenía 19 años. Es decir, que Marlon Brando, quien interpretaba al actor que realizaba el ataque sexual, supuestamente habría abusado de Schneider bajo orden de Bertolucci, para obtener una reacción real ante la cámara. Muchos se preguntaron cómo era posible que el cineasta narrara los hechos sin ningún tipo de pudor ni arrepentimiento, cómo podía hablar de su confabulación con Marlon Brando para aterrorizar a una chica de 19 años, obligándola a rodar una escena sin su consentimiento total, a sabiendas del daño psicológico que esto podría causarle. Es más: con el conocimiento absoluto del impacto que sus acciones tendrían en ella.

La respuesta está en el propio foro en el que habla el cineasta: La Filmoteca Francesa. Bertolucci no hace otra cosa que contar una pequeña anécdota, una curiosidad sobre una de sus escenas más famosas, en un contexto que no podría ser más idóneo. Rodeado de amantes del celuloide que, lejos de mostrar signos de horror ni repulsa ante lo que oyen, escuchan ensimismados cómo una de las escenas más famosas del cine llegó a suceder. Cómo se creó una obra de arte. Un making of algo siniestro, pero aceptable.

Cuarenta años después del rodaje —y tres años de aquella confesión/narración—, Bertolucci se encuentra totalmente desconcertado con toda esta polémica: Todo este revuelo, dice, ha sido originado por un malentendido.

El director quiso aclarar sus comentarios y pidió que se pusiera fin a la polémica. Pero la controversia, 44 años después de los hechos y ahora protagonista de la conversación en medios y redes sociales, parece lejana a acabar.

El nacimiento de la polémica

María Schneider (quien murió en 2011 de un cáncer) habría confesado esto mismo en 2007: “Me sentí humillada y para ser honesta, un poco violada, tanto por Marlon como por Bertolucci. Después de la escena, Marlon no se disculpó ni me consoló. Por fortuna, solo hubo una toma”, dijo la actriz al Daily Mail, en ese entonces.

Las declaraciones de Bertolucci cobraron relevancia de nuevo por un video redifundido por la organización El Mundo de Alycia, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, hace dos semanas.

En escena en cuestión, Marlon Brando (quien entonces tenía 48 años) utiliza una barra de mantequilla como lubricante para tocar a la actriz. Brando y Bertolucci lo sabían, pero no Schneider.

La respuesta de Bertolucci

El director afirmó que se trataba de un error ridículo, porque “todo estaba escrito en el guion”, salvo lo de la mantequilla. “La violencia ya estaba ahí”.

Voy a aclarar, por última vez, un error ridículo sobre El último tango en París en los periódicos de todo el mundo. Hace algunos años, en la Cinemateca Francesa, alguien me pidió detalles sobre la famosa “escena de la mantequilla”. He dicho, pero tal vez no fui claro, que había decidido, junto con Marlon Brando, no informar a María que nos gustaría utilizar la mantequilla. Quisimos su reacción espontánea a ese uso inapropiado (de la mantequilla). Ahí está el malentendido. Alguien ha pensado que María no había sido informada de la violencia sobre ella. ¡Falso! María sabía todo, porque había leído el guion, en el que se describe todo. El único cambio fue la idea de la mantequilla. Es lo que, como supe muchos años después, María denunció, no la violencia que sufre en la escena y que fue planeada en el guion de la película. Es angustiante que alguien sea tan ingenuo como para creer que las películas son realmente lo que se ve en la pantalla.

El resurgimiento del caso provocó una ola de condenas en redes sociales, que se multiplicó por las reacciones de algunos actores de Hollywood. Incluso hay una campaña en Change.org para que la Academia de Hollywood condene los hechos y al director italiano.

“A todos los que aman esta película: están viendo a una niña de 19 años siendo violada por un hombre de 48. El director planeó ese ataque. Me enferma”, dijo Jessica Chastain, en Twitter.

“Lo secundo. Es descorazonador e indignante. Ambos son gente enferma si piensan que estaba bien”, dijo Evan Rachel Wood, quien hace poco confesó haber sido víctima de violación dos veces.

Un intercambio en Twitter entre Chris Evans y Anna Kendrick hace referencia a que de hecho no es algo nuevo.

“Nunca más veré esta película, ni a Bertolucci ni a Brando, del mismo modo. Va más allá de lo asqueroso. Siento rabia”, tuiteó Chris Evans.

En respuesta, la actriz Anna Kendrick le dijo a Evans: “Ella lo dijo hace años. La gente solía poner los ojos en blanco cuando yo sacaba el tema (hablo de los hombres)”.

“No tenía idea hasta ahora. Hubiera sentido la misma rabia. Deberían haber ido a la cárcel”, le respondió a su vez Evans.

“No lo dudo. No se trató como un tema relevante. Me alegro de que al menos ahora se tome en serio”, concluyó Kendrick.

Pero muchas de las manifestaciones se producen cinco años después de la muerte de Schneider y cuando el único involucrado con vida es Bertolucci (Brando murió en 2004).

Aunque se trata de un episodio durante la grabación de una escena de ficción que ocurrió hace más de 40 años, el tema se ha vuelto a comentar en un contexto en que el abuso y la violencia contra mujeres está en el ojo público más que nunca. En Estados Unidos, en los últimos años, han acaparado los titulares las denuncias por presuntos abusos contra Bill Cosby —que se suma al caso notorio de Roman Polanski— y en 2016 hubo gran debate sobre el trato a las mujeres en la campaña electoral de Estados Unidos, después de que se reveló un video de 2005, en que Donald Trump se jacta de tocar inapropiadamente a una mujer y que varias mujeres denunciaran presuntos abusos o conductas inapropiadas, todos negados por el hoy presidente electo.

En Latinoamérica se han presentado crímenes atroces contra mujeres —como los casos notorios en Ecuador en febrero, Argentina en octubre y en Colombia en noviembre y diciembre— que han suscitado marchas y manifestaciones a lo largo del continente, para repudiar este tipo de crímenes.

VoxBox.-

Por Redacción VoxBox

Antisistematizar es una forma de vida, es ir en contra del sistema, rompiendo moldes y atreviéndonos a hablar de temas que nos importan, como la política, la sexualidad, la cultura, la música y todo aquello que nos libera.

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