(Incluye Spoilers)

Trending.- Animales fantásticos y dónde encontrarlos es una de las películas más esperadas de este año. El spin-off del mundo mágico de J.K. Rowling, es por sobre todas las cosas, creo yo, una promesa: una aventura que no busca parecerse a la saga original de Harry Potter, porque tiene su propia dinámica y su propio ritmo, pero se está guardando sus mejores cartas para el futuro.

También creo que el reto que tiene por delante no es nada alentador. Ya de por sí hacer que un spin-off funcione —y venda— es una tarea monumental, pero hacerlo con una saga completa, y sobre todo tomando en cuenta que la original fue una saga sumamente taquillera, lo vuelve una tarea no apta para muggles.

Pero David Yates, el director de esta primera entrega (y de la última de Harry Potter), se las arregló bastante bien para encender la llama de esa promesa y presentar a los personajes que podrían convertirse en entrañables. El mundo de los magos sigue bastante vivo, parece que es el mensaje. Y lo transmitió bien.

Escrita por la misma Rowling —en su primera incursión como guionista—, la película presenta a Newt (interpretado por Eddie Redmayne) como el nuevo outsider incomprendido con varita que podría salvar a la comunidad mágica de fuerzas oscuras. Narra su llegada al Nueva York de los años 20, como parte de sus viajes de investigación para escribir su libro Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, que se convertirá eventualmente en el libro de texto usado por Harry y sus amigos en Hogwarts (es uno de los libros obligados para los alumnos del primer año de Hogwarts).

La inclusión de un no-mago (como se conoce a los muggles en Estados Unidos) fue uno de los elementos que más destacan y que, en un primer momento, significaría un distanciamiento con la lógica de la saga original: Jacob es un obrero de una fábrica de alimentos enlatados cuyo mayor realización en la vida es poner su propia panadería. Todo un muggle hecho y derecho que, sin embargo, sabrá asimilar con mucha gracia y cierta desenvoltura ese otro mundo extraordinario, donde las varitas mágicas y los animales más fantásticos imaginables tienen protagonismo.

Y precisamente otro de los puntos interesantes de la cinta es la relación de estos dos mundos: los hechiceros y los muggles viven al borde de la guerra. El recelo, el odio y la condescendencia forman parte del día a día.

La estética de la película —los colores y los tonos con los que fue grabada— deja un agradable sabor de boca desde la primera toma. La película hace gala de los escenarios pintorescos del New York de aquellos años.

En ese contexto, Newt, Porpentina, Jacob y Queenie protagonizan una búsqueda de peculiares bestias que explotan lo mejor de la cinta. El nombre de la película no está demás: la exquisita colección de animales de Newt —que siempre carga en su maleta— es realmente fantástica, no sólo por la magia del efectos especiales con la que fueron hechos, sino porque sus características vuelven a ser prueba de la imaginación Rowling. Además, nos abren esa parte del mundo mágico que sólo pudimos entrever un poco en esas infames clases de Hagrid, que mandaron a más de un alumno con la enfermera de Hogwarts.

El antagonista de esta película corrió a cargo de Colin Farrell en su papel como Percival Graves, el trabajo no es sencillo acá tampoco: parte del éxito de Harry Potter se lo debe a uno de los enemigos mejor logrados de las películas de fantasía, Aquel-que-no-debe-ser-nombrado también se ganó el corazón —o el repudio— de los fanáticos de la serie. Así que es lógico que al personaje de Farrell le haya faltado mucha oscuridad. En realidad, sus apariciones son bastante circunstanciales y tienen poca incidencia. Esperemos que Johnny Depp haga un mejor papel como villano en las secuelas.

En resumidas cuentas puedo decir: la película vale la pena. Probablemente a los fanáticos más asiduos de Harry Potter les habrá parecido una cinta torpe —sí, el fanatismo nunca es bueno— pero creo que va por un buen camino para rescatar lo mejor del universo mágico. Hace falta ver más, pero este es, sin duda, un satisfactorio comienzo.

VoxBox.-

Por Ricardo Corea

A los locos no nos quedan las biografías, diría Roque Dalton. A veces escribo sobre literatura.

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