Soberanía alimentaria. VoxBox.Soberanía alimentaria. VoxBox.

Política.- Sabemos que estamos en campaña presidencial rumbo al 2019, y que hay muchos temas que van a salir en los medios porque tienen que ver con eso (que si el empleo, que si otro aeropuerto, que si…), pero eso no significa que no sea importante abordar algunos que no van a estar en agenda: la soberanía alimentaria, por ejemplo.

En pocas palabras, cuando hablamos de soberanía alimentaria hablamos del derecho legítimo de todos los pueblos del mundo de acceder a alimentos nutritivos, producidos a través de métodos saludables y sostenibles; además, este concepto también hace referencia al derecho de cada país a definir sus propias políticas y sistemas alimentarios y agrícolas.

Aunque ya se manejaba desde hacía tiempo, el concepto tomó relevancia en 1996, con motivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Pero eso no es lo importante de esto. Lo importante es qué significa realmente para un país como El Salvador construir este tipo de cultura y políticas, y cómo los sectores interesados (que, bueno, somos todos) nos estamos moviendo para construirlo.

Según datos de Oxfam, el mundo es un lugar contradictorio en materia de alimentación: más de 1,400 millones de personas tienen sobrepeso, mientras que cerca de 900 millones de personas se van a la cama con hambre. Existen alrededor de 1500 millones de productores, pero menos de 500 empresas controlan el 70 % de la oferta de alimentos.

Soberanía alimentaria en El Salvador

En nuestro existen, según la misma Oxfam, dos grandes problemas vinculados a la alimentación:

Por un lado, el problema de desnutrición. Según cifras oficiales y mapeos de país elaborados por organismos internacionales, la desnutrición crónica afecta a 1 de cada 5 menores de cinco años. Paradójicamente por otro lado, en los últimos años, las tasas de sobrepeso y obesidad infantil, otros dos flagelos de la malnutrición, se cuadriplicaron.

Ambos problemas: desnutrición y obesidad tienen el mismo origen: el país es altamente dependiente de las importaciones de alimentos de muy baja calidad.

¿Qué estamos haciendo para mejorar estos dos problemas? Por suerte para todos, existen iniciativas interesantes que están buscando aportar algo en materia alimentaria y de economía, porque sí, no podemos obviar el hecho de la industria alimenticia es eso, una industria.

Proyecto Vida y soberanía alimentaria

Entre todas las iniciativas que está implementando el Proyecto Vida está también la de mejorar este problema que nos aqueja a los salvadoreños. La idea central es la de crear ciclos integrales de reforestación. Pero la reforestación, el hecho de sembrar árboles de todo tipo, pierde importancia si no se les da el cuidado requerido. Por eso las personas involucradas en este Proyecto brindan a los árboles toda la atención requerida para acompañarlos en sus procesos de crecimiento, hasta que estén listos para dar frutos.

Pero esto, por sí mismo, no beneficia particularmente al tema de la soberanía alimentaria. El Proyecto Vida, además, está generando empleos necesarios para crear, sembrar y cuidar los viveros, con la idea de que los frutos de estos árboles plantados puedan alimentar a las familias y servir para crear microempresas que se utilicen estos frutos para sus productos.

¿Qué se logra con esto? Pues sencillo: al mismo tiempo que las economías locales se dinamizan, porque desencadenan una serie empleos, ofertas y satisfacen demandas, se está proporcionando a la población alimentos sembrados y cosechados en el mismo país, lo que también podría, eventualmente, desencadenar políticas estatales que promuevan la alimentación para todos, pero que además sea alimento saludable.

Ojalá que quien sea que llegue a la presidencia en el 2019 pueda comprender la importancia de este tema y sea capaz de establecerlo como una prioridad de su gestión.

VoxBox.-

Por Redacción VoxBox

Antisistematizar es una forma de vida, es ir en contra del sistema, rompiendo moldes y atreviéndonos a hablar de temas que nos importan, como la política, la sexualidad, la cultura, la música y todo aquello que nos libera.

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