¿Por qué tus creencias (o tu falta de ellas) deberían impedirte celebrar la semana santa? Los ateos también celebramos las vacaciones de semana santa, aunque no te guste.

Opinión.- Uno de estos días cometí el infame error de revisar esa cloaca digitar que llaman Facebook y me topé con el siguiente mensaje: “Los ateos no deberían tener vacaciones en semana santa”.

A ver, pequeño imbécil ¿Por qué tus creencias (o tu falta de ellas) deberían determinar si tienes vacaciones o no? “Pero es que la semana santa es la conmemoración de la pasión de nuestro Señor JesuBLABLABLA…”

Está bien, te voy a conceder esa: la semana santa nació a partir de la MITOLOGÍA cristiana en la que el hijo de un carpintero que vivió hace dos mil años en un pueblucho del oriente medio supuestamente aguantó vara y fue crucificado porque te ama.

Pero más allá de ese MITO, la semana santa se ha convertido en una tradición que poco o nada tiene que ver con la fe o con una filosofía elemental de si crees o no en dios.

La semana santa, desde hace muchísimos años, forma parte de la matriz cultural de prácticamente todos los países de América Latina. Algunos consideran que es una celebración incluso más importante que la mismísima navidad (obvio: nacer en un pesebre no es tan interesante como morir en una cruz). Y más aún: desde muchos años, y debido a la histórica y documentada relación marital que la iglesia tuvo con los poderes fácticos, la semana santa se convirtió no en un momento de “descanso” sino de adoración religiosa.

Por suerte para todos, las sociedades modernas han ido volviéndose más seculares (EN ALGUNAS COSAS) y esas sandeces eclesiales ahora importan cada vez menos. Qué suerte para nosotros.

Así cada vez que algún amiguito te pregunte por qué te alegras tanto por las vacaciones de la semana “mayor” si ni siquiera crees en dios, siéntete libre de mandarlo a la mierda.

VoxBox.-

Por Profesor Enema

Profesor de alguna universidad. No escribo, vomito.

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