Los éxitos pop siguen siendo la mina de oro que se escapa de las manos, pero no por eso las grandes compañías dejan de intentar encontrar la fórmula perfecta.

Trending.- ¿Existe la fórmula del éxito?  Hay infinidad de libros que aseguran que sí, en las más diversas áreas que se pueda imaginar: desde lo financiero hasta la vida sexual. Los libros que te prometen el éxito son, a menudo, grandes estafas —que inexplicablemente logran vender millones de ejemplares—.

Pero ¿qué hay de la industria cultural? Es decir, el cine, la música, la literatura, etc.

Esta industria está constantemente intentando encontrar la moda del momento y adaptarse a ella. Buscan la clave para llegar a lo más alto, el conjunto de ingredientes que hará que los lectores, espectadores u oyentes compren sus productos de forma masiva y en cuanto salgan al mercado.

Sin embargo, ninguna teoría parece la acertada. Surgen cientos de ideas sobre cómo conquistar al público, pero muy pocas triunfan en la actualidad. Para intentar resolver este gran misterio, en The Guardian han analizado tres claves sobre cómo se generan hoy en día los éxitos de la cultura pop.

La nostalgia vende más que nunca

Tanto en el cine como en la televisión, el pasado asegura millones de espectadores. En 2016, las películas más taquilleras fueron secuelas. La reina de las series fue Stranger Things. Y, actualmente, La La Land está triunfando gracias a su adaptación de los musicales de los cincuenta a la actualidad.

La nostalgia ha creado una fórmula fantástica para hacer caja, a través de la unión entre lo nuevo y lo clásico. Según los psicólogos metacognitivos, esto se debe a la “fluidez”. Las ideas fluidas son más fáciles de procesar, lo que hace que la gente se sienta bien consigo misma. Por ejemplo, el momento de mayor fluidez en un thriller de misterio es cuando se resuelve el misterio. En las películas nostálgicas ocurre igual, porque aplica un contexto clásico, que nos retrae a una sensación agradable, a situaciones que han pasado a ser de nuestro día a día.

No es la primera vez que Hollywood utiliza la nostalgia para cosechar sus mayores éxitos. Es lo mismo que ocurrió con el auge del western a mediados del siglo XX, solo que ahora se ha popularizado tanto que ha llegado a todos los rincones de la cultura pop.

El “mercado de blockbusters”

La tecnología también ha provocado una gran desigualdad entre los productos culturales. Hay muchos más fracasos que éxitos, pero los éxitos son mucho más grandes.

En el año 2000, más del 90 % de nuevos programas de televisión llegaban a los dos años. Hoy, apenas el 50 % llega al segundo aniversario. Pasa igual con el cine: los estadounidenses compraron 200 millones de entradas menos en 2016 que en 2002. Y, aun así, 27 de los 30 mayores taquillazos de la historia han llegado desde 2005.

En cuanto a la música, el 1 % de todas las bandas y artistas solistas concentran en la actualidad cerca del 80 % de todos los ingresos por música grabada. Además, las 10 canciones que más tiempo han pasado en la lista de Billboard se lanzaron después de los años noventa.

Todo tiene que ver con la transparencia de los mercados y la influencia de la opinión pública. Antes de ver una película o escuchar un nuevo disco, tienes la opción de ver todas sus opiniones a través de las redes sociales y los portales online. No hay lugar para el error.

Las nuevas fórmulas de marketing son las que mejor funcionan

En principio, internet debería ser un arma democratizadora que acabara con el oligopolio cultural. Sin embargo, además de generar nuevas estrellas como los youtubers o los tuiteros de moda, las redes también han servido para “incubar” nuevas estrellas que más tarde son fichadas por productoras tradicionales.

En EE. UU., varios programas, como Workaholics en Comedy Central y Adam Ruins en TruTV, han girado alrededor de youtubers. También se han aprovechado decenas de webseries y cortos amateur para adaptarlos a la gran pantalla. Y en la música todavía tenemos ejemplos más claros, como Justin Bieber comenzando en YouTube o la cantante Daisy Clark, que ha sido fichada por Warner a sus 18 años.

Las últimas grandes estrellas que han nacido gracias a las nuevas estrategias de marketing son el dúo Rae Sremmurd. Su canción Black Beatles fue utilizada en el primer Mannequinn Challenge y, gracias al esfuerzo de sus productores de ligarla con el reto, acabó siendo número uno en EE. UU.

VoxBox.-

Por Redacción VoxBox

Antisistematizar es una forma de vida, es ir en contra del sistema, rompiendo moldes y atreviéndonos a hablar de temas que nos importan, como la política, la sexualidad, la cultura, la música y todo aquello que nos libera.

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