Breast Cancer Awareness Ribbons

Opinión.- El cáncer de mama en mi país es la cuarta causa de muerte entre las mujeres, la cuarta… también está el cáncer de cérvix, que es la tercera.

En mi familia es habitual morir de cáncer, de uno o del otro tipo. Mis abuelas murieron de cáncer en la matriz, mis tías han sido operadas de diversos quistes en los senos y yo he sido operada en dos ocasiones para remover tumores y evitar desenlaces fatales.

Anualmente se detectan 1.7 millones de casos nuevos en el mundo, en El Salvador está el 25 % de esos casos. El 85 % de casos no se detectan a tiempo.

El cáncer en Latinoamérica es una realidad que aún sigue golpeando, sobre todo, a las poblaciones menos favorecidas económicamente. La salud siempre está ligada a tu poder adquisitivo. No es lo mismo padecer cáncer si vives en una residencial protegida por seguridad privada, a si vives en una comunidad marginal. Como casi todo en mi país, el dinero determina quién vive y quién muere.

En esta carrera por la vida también juega un papel importante la educación. Mi abuela materna murió cuando mi mamá a penas era una niña, era una mujer humilde, campesina, de esas que si se sienten cansadas o enfermas no paran, porque se les enseñó que “sentirse mal” no las eximía de sus responsabilidades como madres y esposas. Cuando murió tenía 35 años, había parido a 8 hijos y estoy casi segura que jamás nunca alguien le habló sobre los auto exámenes en los senos. 57 años después de su muerte estoy acá, su nieta, escribiendo sobre esta enfermedad.

No sé por qué, no sé en qué momento fui consiente de la importancia de conocer mi cuerpo, posiblemente la educación que me dieron mis padres en un colegio católico liberal hizo algo bueno en mi y desde que tengo memoria empecé a leer sobre derechos sexuales y reproductivos, en esos derechos está el acceso a información correcta.

A los 21 años me detectaron el primer tumor, desde entonces ha sido vital para mi hablar sobre el cáncer femenino (ya sea el de mamas o de matriz o de ovarios) y de la importancia de examinarnos a nosotras mismas, de leer e informarnos, de preparar a las nuevas generaciones sobre estos temas, de adelantarnos a la tragedia y que la detección temprana ayude a evitar más muertes.

En alguna ocasión hablaba con una de mis alumnas sobre este tema y me dijo algo que me impactó: “Yo crecí en un colegio de monjas y jamás me hablaron de esto”. Da tristeza que somos precisamente (en muchas ocasiones) las mujeres quienes abandonamos a otras mujeres, al no hablar de esto, al no enseñar cómo hacer un auto examen. Luego pensé que en esta sociedad no se habla. Al parecer no solo en mi país. Solo basta ver las políticas de las redes sociales donde se censuran las imágenes de senos de mujeres… y así ¿Cómo mostrar cómo se hace correctamente el examen mamario?

En Argentina encontraron la respuesta: las tetas de Enrique. Una fabulosa campaña que nos muestra de una manera muy detallista cómo realizarnos un auto examen de senos. Se los dejo acá. No bajemos la guardia en este tema. Seamos solidarias entre nosotras y compartamos esta información, no importa tu edad, ni tu condición económica: la detección a tiempo es fundamental.

VoxBox.-

Por Karla Rauda

Escritora amateur, planificadora compulsiva, dueña de dos gatos, madre a posteriori, abuela rockera. Un poco cínica, un poco distraída.

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