Noticias.- El matemático inglés Alan Turing es una figura muy importante en la historia de la informática. Suyo es el concepto de la máquina de Turing. Trabajó en el desarrollo del Colossus, uno de los primeros ordenadores de la historia. Además, gracias a su trabajo se logró desencriptar los mensajes de la Máquina Enigma, que era la base de la comunicación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, y eso acortó el tiempo del conflicto, salvando millones de vidas humanas.

Pero Turing era homosexual, lo que en el Reino Unido de su época era un delito. De hecho siguió siendo delito hasta 1967 en Inglaterra y Gales, en Escocia no dejó de serlo hasta 1980, y en Irlanda del Norte hasta 1982.

Así, tras salir a la luz su preferencia sexual, fue juzgado y condenado por ello en 1952. Como alternativa a ir a la cárcel Turing aceptó someterse a castración química. Además, después de su condena, su autorización para trabajar en proyectos clasificados le fue retirada.

Turing se suicidó el 7 de junio de 1954, 16 días antes de cumplir 42 años, quizás influido por todo esto.

El 2009, John Graham-Cumming puso en marcha una campaña para que el primer ministro se disculpara formalmente por el proceso llevado a cabo contra Turing. La iniciativa tuvo más éxito del que él mismo esperaba y en 2013 la reina de Inglaterra firmó el indulto de Turing.

El indulto de Turing fue mal recibido, pues era injusto porque quedaron fuera miles de hombres —y quizás alguna que otra mujer— que también fueron condenados bajo esa ley, hayan contribuido o no al fin de la Segunda Guerra Mundial o al avance de la informática.

derechos-de-comunidad-LGBT

Esto, sin embargo, está a punto de ser corregido, al menos parcialmente.

Según el ministro de Justicia del Reino Unido, Sam Gyimah, ha anunciado una ley, bautizada como la Ley Turing, que extenderá ese indulto a toda aquella persona condenada como Turing. Se calcula que antes de 1967, los condenados eran al menos 50,000 personas. En la actualidad viven aún 15,000 de estas. Con esta ley se eliminará también cualquier mención a la condena en su historial. Eso sí, antes de obtenerlo la administración de justicia hace una revisión del caso y solo se concede este “borrado” si se determina que la condena fue por una relación consentida y con una persona mayor de 16 años. Si no se cumplen estas condiciones la relación sigue siendo delictiva, pero independientemente de la orientación sexual de las personas involucradas.

Algunos activistas de la comunidad LGBT británica ya han dado a conocer su descontento, pues consideran que más que un indulto, que al final de cuenta es un “perdón”, la comunidad a la que pertenecen necesita una disculpa por haber sido perseguidos y condenados por su preferencia sexual.

VoxBox.-

Por Karla Rauda

Escritora amateur, planificadora compulsiva, dueña de dos gatos, madre a posteriori, abuela rockera. Un poco cínica, un poco distraída.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.