¿Héroe? Siempre he pensado que una persona que te hace reír, en medio de todas las cosas malas que nos suceden, debe ser eso, un héroe, por eso… Cantinflas es el gran héroe de esta región.

Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes nació en la miseria y precisamente ese tiempo de escasez fue la base para su éxito cinematográfico. Mario nació en 1911, un año después de la Revolución Mexicana. Fue el sexto hijo de catorce que tuvieron a un humilde cartero y una ama de casa: todas las condiciones estaban dadas para que este majestuoso actor fuera uno más de las estadísticas que nos dicen que somos una región tercermundista y subdesarrollada.

Por supuesto, yo llegué a Cantinflas gracias a mi padre, hombre que ha dedicado gran parte de su vida para que yo conociera las cosas importantes de la vida… él fue quien me mostró las grandes obras de este mexicano, cuando cada sábado por la tarde, a inicios de los noventa, íbamos a un rentavideos allá por el parque infantil. Recuerdo que nos dejaba escoger una película a mi hermana Lorena y a mí… y luego él llevaba 3… una de acción y siempre dos de Cantinflas.

A mí siempre me impresionó su forma de hablar, no porque fuera trabajosa para ser entendida o porque fuera compleja en otras formas, sino porque retrata la cultura latinoamericana de los desposeídos. Sus personajes son el retrato de la gente trabajadora, de la gente que lucha, que sufre, pero que también mantiene y alimenta esperanzas ciegas.

“La primera obligación de todo ser humano es ser feliz, la segunda es hacer feliz a los demás” – Cantinflas

Cantinflas nació con el signo del latinoamericano que trabaja de lo que sea: portero, limpiazapatos, barrendero, policía, bombero, barbero, fotógrafo, sacerdote, profesor, boxeador amateur y el más humilde de los sirvientes en una hacienda de terrateniente rico. Cantinflas creció con todas sus emociones, que son las nuestras… la alegría permanente, el dolor de la muerte, el desamor, la preocupación por la familia, el compromiso de que otros más indefensos estén mejor, la hermandad con los amigos de beba, el enojo contra la clase política y la dedicación absoluta por una misión: hacernos reír mientras nos hace pensar.

En mi opinión, en México, esto solo lo lograron Cantinflas y Pedro Infante: retrataron al humilde.

En 1993 murió Mario Moreno. Si fue un buen hombre no lo sé, no quiero meterme en ese tema, pero si hay algo que debo agradecerle a ese hombre que nació sin nada y que logró lo inimaginable, como ganar un Globo de Oro en 1956 por su actuación en la producción hollywoodense La vuelta al mundo en 80 días, es haber creado a Cantinflas.

Uno no debería de irse directo a la adultez sin antes haber visto las grandes películas de Cantinflas: Ahí está el detalle, El 7 machos, El gendarme desconocido, El portero, Caballero a la medida, Si yo fuera diputado, El señor doctor, El profe, El patrullero 777, El bombero atómico, El padrecito, ¡A volar, joven!, El supersabio, El mago, El bolero de Raquel, El extra, El analfabeto, y por supuesto, luego de ver todas esas, uno debe ver el magistral trabajo que hizo Óscar Jaenada al interpretar a Cantinflas en la película homónima de 2014.

Hay escenas míticas de este hombre que nadie debería perderse, por eso se las dejo acá:

El siete machos:

El padrecito

El portero

Caballero a la medida

VoxBox.-

Por Karla Rauda

Escritora amateur, planificadora compulsiva, dueña de dos gatos, madre a posteriori, abuela rockera. Un poco cínica, un poco distraída.

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