Opinión.- Recuerdo que hace unos años mis padres me decían: “No creas todo lo que ves en Internet. Es mentira”.

Ellos vivían de creer las noticias del periódico, de la radio, de la prensa y de lo que decían los más ancianos —aún hay personas que creen esto último—. Como dicen: “El Diablo es más Diablo por viejo que por Diablo”. O la otra de: “El que escucha consejo llega a viejo”.

No nos dejaban estar tanto tiempo en la Internet. Bueno, tampoco había tanta accesibilidad y nuestros padres eran más estrictos con lo que hacíamos. Recuerdo que hace unos 10 años o más me dejaban usar la única computadora que había en la casa, tal vez una hora al día o menos, pues soy el menor de 4 hermanos en mi familia y con una computadora para todos, apenas un ratito nos dejaban.

Iba al baño y me ponía a leer el diario, a ver los jueguitos y los cómics que sacan siempre. Era más activo en los deportes y me divertía con todos, pero yo estoy claro de que el mundo está en una constante evolución: de eso es lo que quiero hablar. Estamos en pleno 2017 y la Internet a la que nuestros padres o abuelos le tenían miedo, por no ser algo normal en sus entonces, ha cambiado la forma de ver el mundo: las noticias ya no salen al siguiente día en la televisión o en el diario, porque las noticias están listas en el instante que suceden y las redes sociales lo hacen posible. Ahora me da risa que las personas mayores me manden textos de “SI NO QUIERES TENER MALA SUERTE, COMPARTE ESTO CON TUS SERES QUERIDOS”, o “HOY ES TU DÍA DE SUERTE, COMPARTE ESTO Y RECIBIRÁS UN PREMIO”.

O que me pasen noticias por Facebook que tal vez no son reales, pero ellos por el simple hecho de que les aparezca en Facebook ya las consideran creíbles.

¿Dónde están esas personas que nos decían: “No creas lo que dicen ahí”? Si hoy en día, ellos mismos nos los mandan. Internet es la herramienta de nuestro día a día y, por otra parte, me agrada que esté en todos lados, puesto que todos tienen un smartphone en sus manos o una computadora portátil. Ya no tengo que esperar a que mis hermanos desocupen la computadora, porque ahora cada uno tiene lo suyo, y es fácil de conseguir.

Me alegra mucho ver a nuestros padres en la Internet, porque esto es el presente y el futuro.

También que ya no nos pueden chingar con que no debemos de estar acá, si incluso trabajamos para Internet, aunque no lo crean. Nuestros padres ya son padres cibernéticos, ya están metidos en esto y así va a seguir hasta que haya algo más dónde distraernos.

VoxBox.-

Por Ted Bonilla

Un día desperté sin saber quien era. A veces trato de ser un humano pero por el momento solo existo como bot en redes sociales.

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