Películas sobre el fin del mundo. VoxBox.Películas sobre el fin del mundo. VoxBox.

¿Qué sucede cuando los cineastas se imagina el fin de todo? A continuación te compartimos una lista de 10 apasionantes películas sobre el fin del mundo.

Cine.- Desde los días del cine mudo, los cineastas se han dado cuenta de que el fin del mundo es un tema que seduce al espectador debido a que lo confronta directamente con las catástrofes y la inminente desaparición de la civilización tal como la conocemos. El apocalipsis ha sido representado de múltiples maneras en la historia del cine.

A continuación te compartimos una lista de 10 apasionantes películas sobre el fin del mundo.

When Worlds Collide

(Dir. Rudolph Maté, 1950)

Una estrella gigante está por impactarse contra la Tierra, lo que inevitablemente provocará el fin del mundo. Las autoridades se niegan a escuchar a los científicos, y un grupo de empresarios decide financiar la construcción de una nave espacial con el fin de transportar a un número limitado de personas a otro planeta para crear una nueva civilización. A medida que se aproxima el fin, tendrán que luchar no sólo contra el tiempo, sino también contra el pánico de los que están condenados a quedarse en la Tierra.

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb

(Dir. Stanley Kubrick, 1963)

El apocalipsis nuclear es iniciado por un general loco (Sterling Hayden) que cree que sus fluidos corporales están siendo manipulados por subversivos comunistas, mientras que los políticos y los altos mandos se sientan a discutir la idea del Armagedón. El presidente de los EE.UU. se pone en contacto con Moscú para convencer al gobierno soviético de que el ataque no es más que un estúpido error. Mientras tanto, el asesor del Presidente, un antiguo científico nazi, el doctor Strangelove, confirma la existencia de la “Máquina del Juicio Final”, un dispositivo de represalia soviético capaz de acabar con la humanidad para siempre. La comedia más negra de Stanley Kubrick parece cada vez más relevante en un mundo cuyos habitantes parecen empeñados en destruirse mutuamente.

The Quiet Earth

(Dir. Geoff Murphy, 1985)

El científico Zac Hobson experimenta con una fuente de energía de extraordinario poder: un cinturón de fuerza que rodearía todo el planeta. Pero el experimento tiene severas fallas y envía a casi toda la población a una dimensión desconocida, y el cinturón acaba sin dejar rastro de los seres vivos de todo el planeta. Aunque al principio Zac se desespera pensando que es el único hombre que queda vivo sobre la faz de la Tierra, pronto localiza algún superviviente más.

The Sacrifice

(Dir. Andrei Tarkovsky, 1986)

La película final de Andrei Tarkovsky es un severo y sobrio correctivo a la histeria de algunos éxitos de taquilla que han abordado el fin del mundo, tratando no sólo la posibilidad del apocalipsis, sino también las secuelas de su no aparición. En una serie de tomas largas y persistentes capturadas por el cinemfotógrafo Sven Nykvist, Tarkovsky cuenta la historia de Alexander (Erland Josephson), un esteta agnóstico que, al enterarse de que el mundo está condenado a la destrucción nuclear, hace un trato con Dios en el que él sacrificará todo lo que ama en su vida si lo inevitable puede ser revertido. Cuando se despierta a la mañana siguiente, todo es normal de nuevo y debe cumplir su parte del trato. En el filme se manifiesta un poderoso sentimiento de aislamiento espiritual, pero también un sentido de trascendencia y sanación, particularmente en el carácter del Pequeño Hombre, el hijo del héroe, que es mudo hasta los momentos finales. The Sacrifice  es también la turbulencia intelectual detrás de lo que fue una declaración final del agonizante Tarkovsky.

When the Wind Blows

(Dir. Jimmy Murakami, 1986)

Basado en la novela gráfica de Raymond Briggs, When the Wind Blows ofrece un apocalipsis muy británico en el que una pareja de ancianos, Hilda y Jim, vive su vida cotidiana frente a la guerra nuclear contra la Unión Soviética. Ellos siguen el consejo de Protect and Survive, blanqueando sus ventanas y construyendo un “núcleo interno”. Cuando los misiles chocan, la pareja sobrevive pero descubre que son los últimos restos de la civilización. Ellos mantienen su rutina cotidiana frente a la desesperación, pero finalmente se desgastan por el aislamiento y la enfermedad por radiación. La película de Jimmy Murakami, sencilla pero elegante, es una de las películas más terribles y desgarradoras visiones sobre el Armagedón nuclear.

The Rapture

(Dir. Michael Tolkin, 1991)

El Libro del Apocalipsis es una fuente atractiva para aquellos que tienen un peculiar gusto por las visiones extrañas de la catástrofe y muchas películas han hecho referencia de ello. Pero ninguno lo ha tomado tan literalmente como The Rapture de Michael Tolkin, que concluye con escenas que vienen directamente de las páginas de la Biblia. Los cuatro jinetes del Apocalipsis aparecen, los grilletes de los presos caen, las trompetas suenan y la oscuridad cae sobre el mundo. La película es ampulosamente poderosa y perturbadora, centrada casi en su totalidad en una interpretación dolorosamente creíble de Mimi Rogers como Sharon, una swinger que se convierte al cristianismo al saber que el juicio final está cerca. Pero las cosas salen mal y nos quedamos con una película que plantea más preguntas de las que responde. La escena final, que muestra la desolación espiritual y física, es cruelmente lógica en sus implicaciones sobre exactamente quiénes serían “los elegidos”.

Last Night

(Dir. Don McKeller, 1998)

Parece que el fin del mundo se va a producir en la medianoche del 31 de Diciembre de 1999. Dos meses antes, cuando la noticia se hizo pública, cundió el pánico y la confusión; pero poco a poco, el terror se ha ido transformando en resignación. Para la gente lo más importante es saber dónde y con quién estará cuando se acerque el final.

Donnie Darko

(Dir. Richard Kelly, 2001)

Un conejo gigante llamado Frank le dice a Donnie (Jake Gyllenhaal), un adolescente insatisfecho, que el mundo terminará en 28 días. Esto lo impulsa a un viaje de descubrimiento que involucra los fracasos de la sociedad y la educación, las elecciones presidenciales de 1988, el sexo y los viajes en el tiempo. Si esto suena peligrosamente incoherente entonces en cierto modo lo es, pero la decisión de Kelly de dejar las explicaciones crípticas significa que está abierta a varias interpretaciones. En su forma más simple, se puede disfrutar como un divertido juego mental con una atractiva banda sonora de los años ochenta. Pero en el fondo, Kelly apela a que el mundo puede terminar de muchas maneras, de tantas maneras posibles dependiendo del número de habitantes de la Tierra.

Melancholia

(Dir. Lars von Trier, 2011)

La película de Lars von Trier tiene tanto que ver con la depresión y las relaciones familiares como con el planeta que está a punto de estrellarse contra la Tierra. Toda la histeria y el destino inminente que esperamos de este género se canalizan en un estudio dolorosamente cercano de dos hermanas, Clare y Justine, cuyos roles se invierten durante la película. Al principio, Clara es racional y fundamentada, pero a medida que pasa el tiempo, la propia melancolía persistente de Justine, también el nombre del planeta, le da una sensación de calma mientras la destrucción de la Tierra comienza a parecer inevitable. Justo al comienzo de la película, vemos lo que va a suceder al final y este conocimiento arroja una sombra irónica sobre los eventos que vemos retratados, que a menudo son muy divertidos y ocasionalmente hirientes en el caso del comportamiento de los familiares de las protagonistas. Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg son asombrosamente poderosas como las hermanas y la conclusión apocalíptica, respaldada por la música de Tristan and Isolde de Wagner, es loca y salvajemente hermosa.

Take Shelter

(Dir. Jeff Nichols, 2011)

https://youtu.be/I5U4TtYpKIc

A veces, las personas como Curtis en Take Shelter tienen sueños sobre las catástrofes y actúan para protegerse a sí mismos y a sus familias de ella. La sociedad podría etiquetarlos locos, pero la película de Jeff Nichols pregunta si debemos quizás darles mayor atención. La extraordinaria interpretación de Michael Shannon como un simple Joe que se obsesiona con que algo terrible está a punto de suceder es el centro de la película, que siempre juega con nuestras simpatías -hay una historia de enfermedad mental en su familia-, pero en última instancia, sugiere que el profeta tenía razón desde el principio. A lo largo de la historia, la sensación de un desastre inminente entre los magníficos campos de Ohio y el interminable aire azul es convincentemente siniestro. Igualmente aterrador es el sentido de una infraestructura social que es terriblemente inadecuada para hacer a cualquier tipo de desastres naturales.

VoxBox.-

Por Ricardo Corea

A los locos no nos quedan las biografías, diría Roque Dalton. A veces escribo sobre literatura.

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