Noticias.- Para muchos el triunfo de Donald Trump en las pasadas elecciones en Estados Unidos es inminente e irreversible, pero hay quienes aseguran que aún queda la esperanza de que los miembros del Colegio Electoral se reúnan y den su voto a Hillary el próximo 19 de diciembre.

A pesar de que Hillary Clinton ganó el voto popular, es el republicano Donald Trump quien ganó la cantidad necesaria de compromisarios del Colegio Electoral estadounidense para ser declarado como el presidente electo de Estados Unidos.

El sistema de elecciones a la presidencia de este país es indirecto, y ganar el voto popular no significa poder ganar la presidencia. Trump alcanzó el umbral de los 270 votos electorales del Colegio Electoral que son los legalmente necesarios para ganar la oficina.

De acuerdo a la Constitución de Estados Unidos es este ente temporal el que se encarga de elegir al presidente. Los compromisarios se reunirán el 19 de diciembre y —de acuerdo con el resultado del 8 de noviembre— votarán por Trump. En total hay 538 compromisarios que son nombrados de acuerdo a la población de cada estado —por eso el número de estos electores varía de estado a estado— y para ganar la Casa Blanca un competidor necesita hacerse con la mitad más uno.

Pero de acuerdo al complejo sistema electoral estadounidense, tampoco hay nada legal que impida que estos compromisarios no hagan lo que se supone que deberían de hacer. No hay nada que les impida no votar por el candidato que deberían, en teoría, elegir.

El 19 de diciembre, según la esperanza de algunos, podrían aparecer técnicamente los faithless voters en los estados en los que no están prohibidos. Estos “votantes desleales” o “infieles” solo tendrían que pagar una multa para elegir al candidato que ellos quieran, y no al que el sistema dicta deberían elegir.

Según The New York Post esto es algo muy raro, casi nunca pasa, pero sí es un margen que todavía cabe dentro de las posibilidades de una elección que ha sido todo menos convencional. El Post dijo que la última vez que apareció un “votante desleal” fue en 2004 y su cambio de consciencia no cambió el resultado de la elección general.

Pero para los demócratas que todavía no aceptan que Trump sea el presidente electo sin haber ganado el voto popular, esta posibilidad es un bote salvavidas. Es por eso que ha surgido una petición en Change.org llamada Colegio Electoral: Hagan a Clinton Presidenta el 19 de diciembre.

“Si todos votan como votaron sus estados, Donald Trump ganará. Sin embargo, pueden votar por Hillary Clinton si lo desean”, recuerda la petición a los compromisarios. Añade: “Incluso en los estados donde eso no está permitido, su voto todavía se contaría, ellos simplemente pagarían una pequeña multa, la cual podemos estar seguros de que los partidarios de Clinton estarán encantados de pagar”.

“El Colegio Electoral puede llevar a la Casa Blanca a cualquiera de los candidatos. Entonces ¿por qué no usar esta más antidemocrática de nuestras instituciones para asegurar un resultado democrático?”, reclama el movimiento que hasta el momento tiene 3,739,297 firmantes. “Hillary Clinton ganó el voto popular, la única razón por la que Trump ganó es por el Colegio Electoral”.

“Es la voluntad de la gente”, concluye. Desde que la madrugada del miércoles se conoció que Trump tenía los votos electorales necesarios se han registrado numerosas protestas a través de Estados Unidos. En algunos estados se han tornado violentas y las autoridades han tenido que hacer arrestos.

Desde que se fundó el colegio electoral, ha habido 157 electores de fe, y de ellos, 82 cambiaron su voto por preferencia personal, tres no lo ejercieron porque no les gustaba ningún candidato y los otros 71 lo cambiaron porque el candidato original murió antes de que la universidad emitiera sus votos. Entonces, aún existe una pequeña posibilidad y los partidarios de la candidata demócrata se aferran a ella.

El portsl Change.org alienta a los electores para emitir su voto el próximo 19 de diciembre. Hasta el momento son 400 mil personas quienes han firmado la petición, y es el único punto blanco que se ve en el horizonte negro que, para muchos, se vislumbra con la llegada de Trump al poder.

¿Qué sucederá ahora?

No hay una reunión nacional del Colegio Electoral, sino que los electores se reúnen en cada estado, por lo general en el Capitolio estatal.

Bajo la ley federal, los electores deben reunirse el 19 de diciembre y cada elector debe firmar seis copias que certifican sus votos para presidente y vicepresidente.

Dos papeletas van al Archivo Nacional. Una para el presidente del Senado. Dos van para el director de elecciones del estado. Y otra para un juez local.

Después de la votación del lunes, todavía queda un último paso: el 6 de enero, el Congreso tiene que contar oficialmente los votos electorales. El vicepresidente Joe Biden presidirá el recuento.

Los legisladores técnicamente pueden oponerse, por escrito, con objeciones firmadas por al menos un miembro de la Cámara de Representantes y del Senado, a los votos electorales o los resultados individuales de los estados enteros. Si la Cámara y el Senado apoyan esta objeción, el voto o votos en cuestión son desechados. Pero eso nunca ha sucedido —es un mal indicio para Hillary Clinton—.

Después de que los votos sean contados, los resultados son definitivos, y Trump se preparará oficialmente para su toma de posesión, en el mediodía del 20 de enero.

VoxBox.-

Por Ricardo Corea

A los locos no nos quedan las biografías, diría Roque Dalton. A veces escribo sobre literatura.

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