Benedetti nos acompañó 88 años en este mundo, escribió más de 80 libros, de los que hay traducciones a 20 idiomas.

Opinión.- Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia nació el 14 de septiembre de 1920 en Pasos de los Toros, Uruguay. Integró el grupo literario de la Generación del 45 y durante toda su vida escribió más de 80 libros, muchos traducidos a más de 20 idiomas.

Yo lo conocí una mañana de 1991. Entré al auditorio del colegio por puritita curiosidad. Unos alumnos de bachillerato estaban presentando una obra de teatro, yo estaba en séptimo grado, tenía 13 años y el título de la obra me engañó: Pedro y el capitán. Pensé que sería una de esas historias a las que me acostumbraron en mi infancia, algo con una moraleja. Pensé que Pedro sería un niño, como el pastor de los Alpes que vi en Heidi en mi tierna infancia. Qué equivocada estaba.

Vi la obra y me quedaron más preguntas que respuestas. Me quedó un sentimiento de miedo y dolor. En mi país recién salíamos de una guerra civil y como un fantasma me acechaban historias sobre muerte y torturas. Salí de la función e hice lo que mi lógica me dictó: al llegar a casa le pregunté a mi papá sobre el tema de los torturados en los conflictos armados. Él, en su afán de protegerme del dolor, me dijo: “Si te gustó la obra, deberías saber más sobre el autor”. Soy curiosa por herencia. Es lo más hermoso que me ha heredado mi padre.

Llegué a Benedetti por sus cuentos, sus maravillosos relatos, pero era cuestión de tiempo para que encontrara sus poemas. Durante mi formación de colegio católico estricto y disciplinado pasé por todas las facetas de Benedetti: novelas, cuentos, poemas, ensayos, y hasta un profesor que tuve me puso a escuchar las colaboraciones que este escritor hizo con diversos cantantes.

Amó a una mujer, o a todas las mujeres en una sola… en 1946 se casó con Luz López Alegre y pasó a su lado el resto de su existencia. Hay que agradecerle a esta mujer por haberlo inspirado, haberlo cuidado y haber dejado que su marido se convirtiera en una de las grandes figuras de la literatura latinoamericana. Luz, gracias por compartir con nosotras a tu marido.

Recuerdo que durante mis años de profesora, en aquel mismo colegio donde conocí a Mario Benedetti, no sé por qué razón inconsciente, cada noviembre leía alguno de sus libros: no había caído en la cuenta de eso, hasta que un compañero de trabajo me lo dijo: “Siempre te veo leyendo a Benedetti cuando los chicos se van de vacaciones”. Me dio risa esa coincidencia.

Fue en ese tiempo cuando descubrí una hermosa película que incluye los poemas de este uruguayo: El lado oscuro del corazón. Me impactaba ver al viejito Benedetti vestido de marino, sentado en un bar recitando Corazón Coraza en alemán, tratando de ligar a una mujer terriblemente aburrida.

En esta película se escuchan varios de sus poemas, como también poemas de Juan Gelman y otros autores que vale la pena leer.

Recuerdo que vi esa película en uno de los múltiples festivales culturales de la universidad. Durante años la rastree y no había manera de conseguir una copia, hasta que encontré a Miguel. Fue él, en uno de sus movimientos estratégicos para enamorarme, quien me dio un DVD y pues, no hubo remedio. Me enamoré de nuevo, de Mario.

Pero el amor es eterno, no la vida. Mario nos abandonó el 17 de mayo de 2009 y tenía 88 años.

Si nunca ha leído de este gran escritor, le puedo recomendar que empiece con La Muerte y otras sorpresas (cuentos), Primavera con una esquina rota (novela), o La noche de los feos, y Táctica y estrategia (ambos de poesía).

VoxBox.-

Por Karla Rauda

Escritora amateur, planificadora compulsiva, dueña de dos gatos, madre a posteriori, abuela rockera. Un poco cínica, un poco distraída.

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